VENUS REY JR

Recordare (excerpt)

The massive orchestral and choral forces Venus Rey Jr. uses in this composition make of this Requiem a work with no precedent in the Mexican symphonic repertoire. Requiem Music for the Peace is destined to be not only the Mexican Requiem, but also the Latin American Requiem par excellence. 
The piano plays a very important role in this Requiem. The piano part is not especially difficult, but nevertheless the piano creates such a texture and such an atmosphere impossible to achieve with other instruments. A piano part in a Requiem Mass is very unusual. Perhaps the only precedent is A Requiem for my friend, by the polish composer Zbigniew Preisner, although it must be noticed that the role of the piano in that composition is marginal. 
“In the threshold of audition”, explains the composer, “that G major chord fades away just as life fades away: a sound that evaporates from our hands, just like the soul evaporates from the body in the moment of dead… and we do not know if this is the end or the beginning; and that’s the mystery of life and dead.” 
Lacrimosa and Lux Æterna end with a G major chord that comes subtly after a series of notes performed by the piano, notes that emerge undoubtedly from a Bach’s prelude played by the composer during his childhood. 

World Premiere, Auditorio de la Reforma, Puebla

It could be said that this Requiem is written in G minor, although we do not see a succession of tonalities amidst the movements according to a traditional scheme of dominants, subdominants neither major or minor relatives. Thus the first two movements are written in G minor, but the third, Dies Iræ, is in A minor. The thematic elements we hear in the Introitus are used also in the Lacrimosa. The final movement, Lux Æterna, uses both the thematic elements we hear in the Introitus and the Lacrimosa. These three movements are the vertebral column of the Requiem. 
The title of the work is not only the word Requiem, but the expression Music for the Peace as well. With this the author wants to contribute with a message of peace, concord and hope to a country that has suffered troubled times. “Mexico and its people”, says the author”, “are greater than their problems.” This work is dedicated to all those innocents whose lives have been taken by Mexican organized crime, especially the children assassinated by their kidnappers. 
There are two important musical quotations: in the Sanctus (Hosanna in Excelsis), the quotation is the opening sequence of chords of the First Book of Bach’s Well-Tempered Clavier; the second is the March from the Music for the Funeral of Queen Mary, by Henry Purcell, very well known to the public due to it´s use in Stanley Kubrick’s motion Picture A clockwork orange. Furthermore than just a quote, the composer uses the medieval anthem Dies Iræ in the central section of the third movement. All these elements and musical influences, far from undermining originality, they give the work a unique character. The tonal language, very friendly to any ear, will immediately create an affective link with the public. 
The composer has employed several technics and musical elements: baroque counterpoint, neoclassical equilibrium, romantic pathos and 20th century languages and expressions. This is the reason why this work may be labeled as eclectic and, to some extent, ecumenical. The influences of Johann Sebastian Bach, Giuseppe Verdi, Heitor Villa-Lobos and Dmitri Shostakovich are evident.  
This Requiem Mass was composed between January 6 and May 18, 2013, which means that this colossal work was written in less than five months. It has twelve movements and it uses the liturgical text of the Requiem Mass, as composers such as Mozart and Verdi have used it. 
​This Requiem Mass is scored for 2 flutes, 2 oboes, 2 clarinets in B flat, 2 bassoons, 4 horns in F, 4 trumpets in B flat, 3 trombones, bass trombone, tuba, tubular bells, gongs, cymbals, triangle, bass drum, snare drum, piano, mixed choir, soprano soloist, tenor soloist and string. The Requiem elapses for more than 80 minutes.
El compositor ha recibido el apoyo del Congreso de la Unión, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, del Gobierno de Puebla y del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes Puebla, para realizar, grabar y presentar públicamente esta obra.  
Las fuerzas masivas orquestales y corales que utiliza Venus Rey Jr. hacen de este Réquiem una composición sin antecedentes en el repertorio sinfónico mexicano. “Réquiem Música por la Paz” está llamado a ser no sólo el Réquiem mexicano, sino el Réquiem hispanoamericano por antonomasia. 
Se puede decir que el Réquiem está escrito en la tonalidad de sol menor aún cuando en los distintos movimientos no se suceden tonalidades conforme a un esquema de dominantes, subdominantes o relativos mayores y menores. Así, por ejemplo, los dos primeros movimientos están escritos en sol menor, pero el tercero, Dies Iræ, está escrito en la menor. Los materiales empleados en el Introitus son utilizados en la Lacrimosa, y el movimiento final, Lux Æterna, hace uso tanto de los materiales temáticos expuestos en el Introitus como en la Lacrimosa, por lo que puede decirse que estos tres movimientos son la columna vertebral del Réquiem.  
El autor hace dos importantes citas musicales: en el Sanctus (Hosanna in Excelsis), la referencia es la secuencia de acordes con que inicia el libro primero del “Clavecín bien temperado”, de Bach; en el Agnus Dei, la cita es la marcha de la “Música para el funeral de la reina María”, de Purcell, muy conocida por el público gracias a su empleo en el film “Naranja Mecánica”, de Stanley Kubrick. Y más allá de la cita, el autor utiliza la melodía del himno medieval Dies Iræ en la parte central del tercer movimiento. Todos estos elementos e influencias, lejos de restar originalidad, le dan a la obra un carácter único. El lenguaje tonal, muy accesible a cualquier oído, creará de inmediato un vínculo afectivo con el público. 

Listen / Escucha

Tanto la Lacrimosa como el Lux Æterna finalizan con un acorde de sol mayor que llega muy sutilmente luego de una serie de notas tocadas por el piano, notas que emanan, sin duda, de algún preludio de Bach que el compositor tocó en su niñez.  
“En el umbral de la audición”, explica el autor, “ese acorde de sol se va desvaneciendo, como se desvanece la vida: un sonido que se evapora de las manos, como el alma se evapora del cuerpo al momento de la muerte… y no sabemos si ello supone el fin o el principio; y ese es el misterio de la vida, y de la muerte.” 
El piano es un instrumento de vital importancia en la composición: si bien la partichela no es especialmente difícil, el piano crea una textura y una atmósfera que no se podrían lograr con otros instrumentos. El uso del piano en una misa de difuntos es excepcionalmente raro, y quizá el único antecedente sea “Requiem for my friend”, del compositor polaco Zbigniew Preisner, aunque debe señalarse que en dicha composición la función del piano es marginal. 
El compositor se ha valido de una serie de técnicas y elementos musicales que van desde el contrapunto barroco, el equilibrio neoclásico, el pathos propio del romanticismo, hasta expresiones y lenguajes del siglo XX. Por ello la obra puede calificarse de ecléctica y, en cierto sentido, de ecuménica. Se aprecia la influencia de Johann Sebastian Bach, Giuseppe Verdi, Heitor Villa-Lobos y Dmitri Shostakovich. 
El título de la obra no sólo es la palabra “Réquiem”, sino la expresión “Música por la Paz”. Con ello el autor ha querido aportar un mensaje de paz, concordia y esperanza a un país que ha vivido tiempos convulsos. “México y su gente”, comenta el autor, “son mucho más grandes que sus problemas”. Esta obra está dedicada a todos los inocentes que han perdido la vida en manos de la delincuencia organizada, especialmente a los menores que han sido asesinados por sus secuestradores. 

Venus Rey Jr

Requiem

Filarmónica 5 de Mayo

Coro Normalista Puebla

Enivia Mendoza, soprano

Leonardo Villeda, tenor

Fernando Lozano, conductor

Esta Misa de Réquiem fue compuesta por el Mtro. Venus Rey Jr. entre el 6 de enero y el 18 de mayo de 2013; es decir, esta colosal obra fue escrita en menos de cinco meses. Consta de doce movimientos y hace uso del texto litúrgico de la misa de difuntos, el mismo texto latino que han musicalizado autores como Mozart y Verdi. 
Está orquestada para 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes en si bemol, 2 fagotes, 4 cornos en fa, 4 trompetas en si bemol, 3 trombones, trombón bajo, tuba, campanas tubulares, gong, platillos, triángulo, gran tambor, tarola, timbales, piano, coro mixto, solista soprano, solista tenor y cuerdas. Tiene una duración aproximada de 80 minutos.

Requiem Música por la Paz

Requiem Music for the Peace

Dies Irae (excerpt)

No. 2 Kyrie (complete movement)

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The composer has been supported by the Mexican Congress, the National Council for Culture and Arts, the Government of Puebla State and the Puebla Council for Culture and Arts.